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El Papa defiende el Derecho Canónico ante la «arbitrariedad» de quienes lo vacían de contenido

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Ante el Tribunal de la Rota, Benedicto XVI denuncia que quienes lo consideran «legalista» sustituyen un positivismo por otro: el suyo.

En la inauguración del año judicial, el Papa recibió este sábado en audiencia, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, a auditores, oficiales y abogados del Tribunal de la Rota Romana.

Y su alocución transmitió un mensaje muy claro: "También a la ley canónica se le aplica esa hermenéutica de la renovación en la continuidad de la que he hablado en referencia al Concilio Vaticano II, tan estrechamente vinculado a la actual legislación canónica".

Matrimonios: unidad en la interpretación y la aplicación

De hecho, sus palabras se centraron en una exposición general sobre cómo debe interpretarse el Derecho Canónico, y sólo en los últimos momentos del discurso se refirió a los dos puntos fundamentales que abordan a diario los tribunales eclesiásticos: el matrimonio y las órdenes sagradas. En ese ámbito más que en cualquier otro, subrayó, es fundamental "la unidad en la interpretación y en la aplicación de las leyes".

"Los tribunales locales", subrayó, "deben practicar ejemplarmente la comunión en la disciplina como aspecto esencial de la unidad de la Iglesia".

¿Legalismo o arbitrariedad?

El Papa defiende el Derecho Canónico ante la «arbitrariedad» de quienes lo vacían de contenidoPero antes de eso, Benedicto XVI había lanzado una severa advertencia a las corrientes que intentan quitar fuerza al Derecho Canónico considerando la fidelidad al mismo como un legalismo incompatible con el espíritu cristiano.

Éstas fueron sus palabras sobre ese punto: "En los últimos tiempos, algunas corrientes de pensamiento han advertido contra el excesivo apego a las leyes de la Iglesia, empezando por los Códigos, juzgándolo como una manifestación de legalismo. En consecuencia, se proponen vías hermenéuticas para un acercamiento más acorde con las bases teológicas y las intenciones pastorales de la norma canónica, conduciendo a una creatividad jurídica en la cual la situación particular se convertiría en factor decisivo para determinar el auténtico significado del precepto legal en el caso concreto. La misericordia, la equidad, la oikonomia tan cara a la tradición oriental, son algunos de los conceptos a los que se recurre en esa operación interpretativa".

"Hay que señalar inmediatamente", continúa el Papa, "que este enfoque no supera el positivismo que denuncia, limitándose a sustituirlo por otro en el cual la obra interpretativa humana se convierte en protagonista a la hora de establecer lo que es jurídico. Falta el sentido de un derecho objetivo que buscar, que queda a merced de consideraciones que pretenden ser teológicas o pastorales, pero que en última instancia son expuestas al riesgo de la arbitrariedad".

"De este modo", y así concluye este argumento Benedicto XVI, "la hermenéutica legal queda vaciada: en el fondo no se intenta comprender lo que la ley dispone, desde el momento en que puede ser dinámicamente adaptada a cualquier solución, aunque sea opuesta a su letra".

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