"Un futuro económicamente sostenible requiere hoy, entre otras decisiones, la adopción de medidas relativas a los salarios del personal". Estas son las palabras iniciales del motu proprio con el que el Papa Francisco ha decidido recortar proporcionalmente y de forma indefinida los sueldos de los cardenales (10%), de los jefes de dicasterio y de sus secretarios (8%), y de todos los sacerdotes, religiosos y religiosas al servicio de la Santa Sede (3%). Mientras que todos los empleados -incluidos los ya mencionados- verán bloqueado los reajustes por antigüedad hasta 2023 (excepto los empleados laicos desde el primer al tercer nivel del escalafón).
El Papa no quiere despidos, pero hay que contener los gastos y por eso ha decidido intervenir "según criterios de proporcionalidad y progresividad" con ajustes que afectan especialmente a los clérigos, religiosos y a los niveles de remuneraciones más altos. Según se lee en el motu proprio, la decisión papal fue motivada por el "déficit que desde hace varios años marca la gestión económica de la Santa Sede" y sobre todo por la situación generada por la pandemia, "que ha afectado negativamente a todas las fuentes de ingresos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano". La finalidad de la disposición es contribuir junto con otras medidas para un futuro económicamente sostenible para la misión de los organismos centrales de la Iglesia.
Por ello, a partir del 1 de abril de 2021, la remuneración "pagada por la Santa Sede a los cardenales se reduce" en un 10 %. La rebaja será del 8 % para los empleados de la Santa Sede y del Governatorato y de otros entes relacionados que se encuentren en los niveles salariales C y C1, es decir, los de los jefes y secretarios de los dicasterios. Habrá una disminución del 3 % de forma generalizada para los empleados clérigos o religiosos que se encuentren desde el nivel salarial C2 hasta el primer nivel: una reducción que, por tanto, afectará a todo el personal no laico. Los recortes descritos anteriormente no se aplicarán en casos excepcionales relacionados con gastos de salud.
La congelación de los aumentos bienales entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de marzo de 2023 afectará a todo el personal que preste sus servicios en la Santa Sede, en el Governatorato y en otros entes relacionados, por lo tanto, también a los superiores ya mencionados. En el caso del personal laico esta congelación afectará solo a los empleados a partir del cuarto nivel y, por ende, no tocará los salarios más bajos.
Estas disposiciones se aplican también al Vicariato de Roma, a los Capítulos de las Basílicas papales de San Pedro en el Vaticano, de San Juan de Letrán y de Santa María la Mayor, así como a la Fábrica de San Pedro y a la basílica de San Pablo de Extramuros.